martes, 1 de julio de 2008

Flotando

A veces creo que me confundo con la espuma del mar.
Siento la humedad y su rastro de salitre adherido a la piel, secando mis labios… pero no me siento nadar con la corriente, no soy parte del agua fría, del azul inmenso, no puedo llenarlo todo, parte de todo.
Viajo liviana, únicamente en la superficie, blancas burbujas sin profundidad, arrastrada por las olas y dejándome flotar sin importar ya la dirección, mejor ir a la deriva, sólo la brisa en la cara, las gotas de lluvia a veces tranquila, otras feroz, revolviendo todo debajo de mí…

Los rayos del sol, casi nunca sombra, como no sea una nube, una gaviota más osada que las demás, penetrando mar adentro.
Solamente me reconforta pensar, que aunque no me sienta parte de su bullicioso interior, sólo yo me deleito en las noches frescas, cuando la superficie se vuelve plata, espejo y se encienden los faros del cielo… y entonces me guían y sé que estoy donde tengo que estar.
Sobre ti, velándote.


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Un texto que escribí hace tiempo, y que me apetecía recuperar hoy.
Ojalá pudiera volver al mar!!!! qué calor!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

que pasa moderna, muy bonico tu blog, ya dentro de nada nuestro viaje pero antes a emborracharnos por las noches zaragozanas, un beso.