sábado, 26 de enero de 2008

¿qué se hace...

...con las ilusiones perdidas?

Tengo 22 años, y en 15 días cumpliré 23.
La verdad es que no tengo ninguna gana de cambiar de cifras, estoy acojonada.
Me asusta ser una persona adulta, y sentirme tan cría como cuando tenía 5 años.
Aunque hay una diferencia.
Cuando eres un niño, tus planes son ideas felices, interesan a tu familia en plan : "mira qué rica, la niña me ha dicho que de mayor quiere ser escritora y bohemia".
En estos momentos, todo el mundo, incluido tú mismo, te juzga por tus planes e ilusiones a corto, medio y largo plazo.
Pero, cuando de repente, un punto de inflexión marca un antes y un después en tu vida, y ves como el aire se lleva por la ventana el castillo de naipes que tanto te había costado construir...
¿qué más te queda?
¿qué opinión te mereces a tí mismo? (las de los demás, realmente no importan).
La incertidumbre de qué puede pasar contigo a partir de ahora es demoledora.
Y, cuando el antes ha sido, bajo mi humilde opinión, insuperable, no sirve de nada hacer más planes porque no existe más afán de superación.
Sólo dejar que el viento te arrastre también a tí, lo más lejos posible.

Cuidaos mucho y cuidad vuestras ilusiones.

No hay comentarios: