
El reloj de la mesilla daba las 02:36 a.m.
Antes de quitarse el vestido de fiesta, los tacones, el reloj y los pendientes hizo una llamada. Acto seguido se metió en la bañera; el baño duró exactamente un whisky on the rocks y cuatro cigarrillos.
Se cepilló el pelo, se puso una bata de seda azul y puso un disco en el gramófono.
Y mientras esperaba, se sirvió otra copa y tarareó...
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En la habitación 128, tres pisos más abajo, el teléfono sonó mientras se aflojaba el nudo de la corbata...
-¿Diga?
-Todavía tengo ganas de bailar y en mi habitación hay demasiado whisky y demasiada música para mi sola...
P.D. Julie London, You and the night and the music (ya no quedan mujeres como las de antes... )ya sabéis, pinchad en la imagen y transportaos...
4 comentarios:
Es una preciosidad.
Aysss, gozada ;-)
Yum yum, otro post que me tocas el corazón...
Sí quedan (mujeres como las de antes).
La mía -bueno, es suya, muy suya- es la de antes,
La de siempre.
Mi amor
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